KAREN HORNEY: necesidades y tendencias neuróticas

El verdadero mal siempre es la ausencia de afecto y de un amor verdadero.
—KAREN HORNEY
Karen Horney y su teoría sobre la personalidad neurótica

  • Sostenía que los hombres envidian a la mujer por su capacidad para procrear.
  • El sexo de Horney y sus experiencias personales influyeron en su teoría, así como algunos factores socioculturales muy distintos de los que había influido en Freud.
  • Señalo que no era posible que la personalidad solo estuviera determinada en función de factores biológicos como proponía Freud. Concedió a las relaciones sociales más importancia de las que les diera Freud y las considero un factor decisivo en la formación de la personalidad.
  • El sexo no es el factor que rige la personalidad; las fuerzas sexuales o agresivas no motivan a las personas, sino que las mueven la necesidad de seguridad y de amor.
  • Todos tenemos el potencial innato para la autorrealización, y ése es el objetivo supremo y necesario de la vida. Lo único que impide el desarrollo es que la necesidad de seguridad y amor se frustren en la niñez la capacidad para resolver nuestros propios problemas.
  • Por eso, en la cuestión del libre albedrío frente al determinismo, optó contundentemente por la libertad: podemos moldear nuestra vida y alcanzar la autorrealización.

La necesidad de seguridad durante la niñez

Los primeros años de la niñez tienen para moldear la personalidad adulta, El factor decisivo es la relación social entre el menor y sus padres.

La necesidad de seguridad predomina en la niñez, entendida como la necesidad de sentirse seguro y la ausencia de miedo. La normalidad del desarrollo de la personalidad depende, en gran medida, de que el trato que le dan sus padres. Cuando no le muestran ternura y amor, debilitan la seguridad o la impiden, provocando así la hostilidad. El niño puede sentir la necesidad de reprimir la hostilidad que engendran las conductas que le hacen sentirse menos a causa de la indefensión, temor a los padres, necesidad de amor verdadero o sentimientos de culpa.

 El estado de indefensión durante la infancia puede llevar a una conducta neurótica. No todos los niños se sientes desvalidos, pero si se sienten así es depende de la conducta de los padres como la dependencia excesiva, castigos, maltrato y otras formas sutiles de intimidación, amo no autentico, la culpa). La hostilidad reprimida socava la necesidad de seguridad en la niñez y se manifiesta en el estado que Horney llamara Ansiedad Básica.

Ansiedad Básica: la fuente de la neurosis

Sensación generalizada de soledad e indefensión; el origen de la neurosis.

En la niñez procuramos protegernos de la ansiedad básica de 4 maneras:

  •          Ganándonos afecto y amor
  •          Siendo sumisos
  •          Conquistando poder: compensar la indefensión y lograr la seguridad en razón del éxito o un sentimiento de superioridad. Estos individuos piensan que el poder impedirá que alguien los dañe.
  •         Alejándonos: Esta persona trata de ser independiente, de no recurrir a nadie para satisfacer sus necesidades internas o externas.  Lleva a la persona a buscar seguridad y tranquilidad, pero no felicidad ni placer. Defensa contra el dolor, pero no una búsqueda de bienestar.

 La fuerza y la intensidad son otra característica de los mecanismos de autoprotección. Estos podían ejercer más presión que las necesidades sexuales o que otras de orden fisiológico.  Los mecanismos tal vez disminuyan la ansiedad, pero el precio suele ser el empobrecimiento de la personalidad.

Muchas veces el neurótico busca la seguridad y la protección no sólo por medio de uno de los mecanismos, y la incompatibilidad de éstos sienta las bases para otros problemas.

Necesidades y tendencias neuróticas

Necesidades neuróticas: Diez defensas irracionales contra la ansiedad que se convierten en parte permanente de la personalidad y que afectan el comportamiento.

 Tendencias neuróticas:  tres categorías de conductas y actitudes hacia uno mismo que expresan las necesidades del individuo.

Todos manifestamos cierta medida de estas necesidades. Ninguna de las necesidades es anormal ni neurótica en el sentido común del término. Lo que hacen que sean neuróticas es una búsqueda intensa y compulsiva de su satisfacción como única vía para resolver la ansiedad básica. El hecho de satisfacerlas no nos ayudará a sentirnos seguros; tan sólo reafirmará el deseo de no sentir el malestar que nos produce la ansiedad.

 Además, cuando tratamos de satisfacerlas tan sólo para superar la ansiedad, propendemos a concentrarnos en una sola de ellas y buscamos compulsivamente su satisfacción en todas las situaciones.

 Si una persona no es neurótica, las tres tendencias se expresarán conforme lo requieran las circunstancias. A veces será agresiva, otras veces será complaciente o desapegada. Las tendencias no son excluyentes y se pueden integrar de forma armónica en la personalidad. El individuo normal observa conductas y actitudes flexibles y se puede adaptar a situaciones que cambian.

 Conflicto: Incompatibilidad esencial entre las tendencias neuróticas.

 La autoimagen idealizada

Todos construimos una imagen de nosotros mismos que puede estar basada o no en la realidad.

En los individuos normales, la autoimagen es una imagen idealizada de uno mismo, basada en una evaluación flexible y realista de sus capacidades. Esta imagen confiere un sentido de unidad e integración a la personalidad y un marco de referencia para acercarnos a otros y a nosotros mismos.

En los individuos neuróticos, la imagen se basa en una autoevaluación rígida y poco realista. construyen una autoimagen idealizada con el mismo propósito que un individuo normal: unificar la personalidad. Pero están destinados al fracaso porque su autoimagen no se funda en una evaluación realista de las cualidades y debilidades, sino en una ilusión, un ideal inalcanzable de perfección absoluta.

 Tiranía de los debería: Intento de realizar una autoimagen idealizada inalcanzable mediante la negación del verdadero yo y comportándose en función de lo que uno piensa que debería hacer.

 Externalización:  Forma de defenderse contra el conflicto ocasionado por la discrepancia entre una autoimagen idealizada u una real, proyectando el conflicto hacia el mundo exterior.

Por ejemplo, los neuróticos que se odian a sí mismos por la discrepancia entre el yo real y el idealizado podrían proyectar el odio hacia otras personas o instituciones y hasta llegar a pensar que éste proviene de esas fuentes externas y no de su interior.

Psicología Femenina

Según Horney, revisión del psicoanálisis a efecto de incluir los conflictos psicológicos inherentes al ideal tradicional de la feminidad y los papeles de la mujer.

 Envidia del útero: la que siente el hombre por la mujer porque ella puede tener hijos y el no. Fue la respuesta de Horney al concepto de envidia del pene propuesto por Freud. El hombre sublima la envidia del útero compensándola con creces intentando destacar en su trabajo. Esto se manifiestan inconscientemente en conductas cuyo fin es desacreditar y menospreciar a la mujer para reforzar su estado de inferioridad.

Horney no negó que muchas mujeres se crean inferiores al hombre. Lo que cuestionó fue que, como decía Freud, esos sentimientos tuvieran origen biológico. Aun cuando ellas se consideren menos en comparación con los varones, lo experimentan por razones sociales y no por su condición de nacer mujer.

 Evasión de la feminidad

Como consecuencia de estos sentimientos de inferioridad, las mujeres tal vez opten por negar su condición y deseen, inconscientemente, ser varones. El cual puede provocar inhibiciones sexuales. Proviene de las fantasías de la niñez acerca de la diferencia de tamaño entre el pene del adulto y la vagina de la niña. Las fantasías se centran en la lesión vaginal y en el dolor de una penetración violenta. Surge así un conflicto entre el deseo inconsciente de procrear y el miedo al coito. Si el conflicto es suficientemente fuerte, puede llevar a problemas emocionales que se manifiestan en la relación con los hombres. Entonces la mujer desconfía de ellos, les muestra resentimiento y rechaza sus insinuaciones sexuales.

 El complejo de Edipo

Horney elimino el sexo en el complejo de Edipo y lo reinterpreto como un conflicto entre la dependencia de uno de los padres y la hostilidad hacia ello. Su explicación de los sentimientos edípico parte de los conflictos neuróticos que se originan en las interacciones del progenitor y el hijo. No se basan en el sexo ni en otros factores biológicos, y tampoco son universales. Sólo surgen cuando las acciones de los padres socavan la seguridad del hijo.

 ¿Maternidad o carrera social?

En la concepción tradicional, fomentada y aceptada por la mayoría de los hombres, el papel de la mujer consistía en amar, admirar y servir a su marido. Su identidad era mero reflejo de la de él. Horney sostenía que las mujeres deberían buscar su propia identidad, al igual que ella, desarrollando sus capacidades y cultivando una carrera profesional.

 Factores culturales en la psicología femenina

Horney reconoció la influencia que los factores sociales y culturales tienen en el desarrollo de la personalidad. También observó que distintas culturas y grupos sociales ven el papel de la mujer de diferentes maneras. Por lo tanto, puede haber muchísimas psicologías de la mujer. Las condiciones específicas de una cultura engendran cualidades y facultades específicas, lo mismo en la mujer que en el varón”

Los factores culturales influyen en la psique femenina y hasta la determinan.

 La evaluación en la teoría de Horney

 Los métodos que Horney utilizó para determinar el funcionamiento de la personalidad humana fueron, en esencia, los mismos de Freud (asociación libre y análisis de los sueños), pero con algunas modificaciones. La diferencia fundamental fue la relación entre el psicoanalista y paciente.

 Es algo que uno debe determinar mediante prueba y error, preguntándose si el paciente funciona mejor recostado en el diván o sentado. Es muy útil dejar que el paciente se sienta en libertad de sentarse, recostarse, caminar o lo que quiera. (Horney, 1987, p. 43.)

 Con la asociación libre, Horney se centraba en las reacciones emocionales visibles de los pacientes hacia ella, porque pensaba que podían explicar sus actitudes hacia otras personas.  Preguntaba acerca de los primeros años de vida después de haber evaluado las actitudes, las defensas y los conflictos presentes.

Pensaba que cada actitud o sentimiento era resultado de una actitud preexistente y más profunda, la cual a su vez provenía de otra más profunda, y así sucesivamente.

Horney creía que el análisis de los sueños podía revelar el verdadero yo de la persona y que estos representaban un intento por resolver problemas, tanto de forma constructiva como neurótica. Los sueños nos presentan una serie de actitudes que no siempre coinciden con las de la autoimagen. No confeccionó una lista de símbolos universales de los sueños, pero insistió en que cada uno se explica dentro del contexto del conflicto del paciente. Al concentrarse en el contenido emocional, llegó a la conclusión de que “la pista más segura para interpretar un sueño son los sentimientos del paciente expresados en él”

Un inventario de autorreporte con 35 reactivos, el cad, fue diseñado para medir las tres tendencias neuróticas propuestas por Horney: los tipos de personalidad complaciente, agresiva y desapegada.

El Indicador de Tipos Horney- Coolidge (hcti), un inventario de autorreporte con 57 reactivos, es otra medida de las tendencias neuróticas.











Schultz, Duane P., Sydney Ellen Schultz
Teorías de la personalidad, 9a. ed.

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